domingo, 22 de julio de 2007

Esteban, el barrendero de las estrellas


Un trabajador del servicio de limpieza de Bilbao sacó del apuro a Brad Pitt y Angelina Jolie, que camino de Elciego acabaron perdidos con su coche en el barrio de Castrejana.

¿Qué hacía la pareja más famosa de Hollywood en Castrejana? «Pues perderse, como el común de los mortales cuando viaja». Esteban Franco y sus compañeros del servicio de limpieza del Ayuntamiento de Bilbao vivieron hace tres semanas una de esas experiencias «surrealistas» que podría pasar perfectamente por una leyenda urbana, de no ser porque hay pruebas que la confirman. Ocurrió el pasado 23 de junio, a las seis de la tarde. La cuadrilla de trabajadores bajaba de tirar la basura en el vertedero bilbaíno de Artigas cuando se topó con un 'Mercedes' negro en mitad de la carretera general, «justo en el cruce para coger hacia Zorroza o Alonsotegi».

«Nos dejaron pasar y pensamos que serían unos guiris que se habían perdido. Sin más. Pero en cuanto vieron que parábamos, aparcaron el coche en el arcén». Esteban y sus compañeros se bajaron de la camioneta y se acercaron al vehículo para ver si les podían echar una mano. Fue entonces cuando descubrieron que el copiloto era el actor Brad Pitt.

-¿Le reconoció?

-Sí, sí. Inmediatamente.

-¿Y no le dijo nada?

-Ni una palabra. Fue él quien me preguntó si hablaba inglés y le contesté que no tenía ni idea, así que imagínate el papelón. Me explicó como buenamente pudo que se había perdido, que si podíamos ayudarle a encontrar la carretera que buscaban. Como no le entendía muy bien lo que me quería decir, me enseñó el GPS.

Segunda sorpresa del día. Eduardo metió la cabeza por la ventanilla del copiloto para ver el navegador y se encontró de bruces con la señora Pitt. «Simplemente espectacular», resume el basurero. La pareja viajaba sola. Ni escoltas, ni hijos, ni nada. Solos. «Lo primero que pensé fue '¿coño, si es Angelina Jolie!', pero no le di más importancia porque estaban bastante nerviosos por la situación y no queríamos agobiarles más», recuerda.

El GPS marcaba como destino el hotel Marqués de Riscal, en Elciego. La pareja más célebre del mundo regresaba a la Rioja Alavesa después de haber hecho una visita relámpago a la capital vizcaína para hacer unas fotos al museo Guggenheim, pero se confundieron de camino y terminaron en Castrejana. «Insistió en que le ayudase con el navegador, pero le dije que no entendía esos aparatos y que mejor se lo explicaba con un mapa». Y así fue. Brad Pitt cogió papel y bolígrafo y salió del 'Mercedes' para recibir instrucciones de primera mano. Eso sí, antes de abandonar el vehículo, el protagonista de 'Seven' se puso las gafas y el gorro.

Una foto de recompensa

«Es que lo cuento y me resulta surrealista hasta a mí. Pero allí estaba. Con un folio y un boli explicándole a Brad Pitt cómo llegar a Elciego. Increíble. Que si tenía que coger dirección Donostia, que si después la carretera de Burgos... Mientras le indicaba, mis compañeros de curro me hacían señales desde el otro lado como diciendo 'son ellos, ¿no?'». Pues sí, eran ellos. La pareja más famosa de Hollywood perdida en un lugar que a buen seguro no sabrían ni pronunciar.

Cuando el actor estadounidense se dio por enterado, guardó el papel en el bolsillo y les dio las gracias. Claro que su agradecimiento no quedó en un simple 'thank you'. No. El héroe de 'Troya' sacó un fajo de billetes de la cartera y se lo ofreció a los tres empleados municipales como recompensa. Pero los basureros bilbaínos rechazaron el ofrecimiento. No querían dinero. «Lo que queríamos era una foto con los dos», explica Esteban.

Dicho y hecho. La pareja accedió sin ningún reparo a inmortalizarse con los trabajadores bilbaínos. «Al principio me puse a un lado, porque me daba un poco de apuro, pero enseguida me colocaron entre ellos y no nos pusieron ninguna pega. Nos colocamos en mitad de la carretera y nos hicimos fotos unos compañeros a otros con el teléfono móvil». Instantáneas que Esteban y sus amigos guardan como oro en paño. «No le doy más importancia de la que tiene, pero hay que reconocer que tiene su punto», se felicitaba el basurero vizcaíno. Por cierto, Brad Pitt y Angelina Jolie llegaron puntuales a la cena que ese mismo día habían reservado en la suite del exclusivo hotel alavés.

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