miércoles, 22 de agosto de 2007

Con el Hallazgo de una Nueva Molécula Cargada


Un grupo de astrónomos, usando datos del radiotelescopio GBT, ha encontrado la molécula negativamente cargada más grande vista en el espacio hasta ahora. El tamaño de esta molécula de carga negativa, o anión, forzará a emprender una revisión drástica de los modelos teóricos de la química interestelar.

Este descubrimiento agrega un peldaño más a la alta diversidad y complejidad que ya posee la química del espacio interestelar. También aumenta el número de vías disponibles para la creación de las complejas moléculas orgánicas y otras grandes especies moleculares que pueden ser los precursores de la vida en las nubes gigantes en las que se forman estrellas y planetas.

Dos equipos de científicos encontraron la molécula negativamente cargada, una cadena de ocho átomos de carbono y uno de hidrógeno, en la envoltura gaseosa de una estrella vieja y evolucionada, y en una fría y oscura nube de gas molecular. En ambos casos, la molécula tenía un electrón extra, dándole una carga negativa. Cerca de 130 moléculas neutras y una docena de moléculas cargadas positivamente han sido descubiertas en el espacio, pero la primera molécula cargada negativamente no fue descubierta hasta finales del año pasado.

El ion negativo más grande descubierto previamente en el espacio tiene seis átomos de carbono y uno de hidrógeno.

Hasta fechas recientes, muchos modelos teóricos de cómo las reacciones químicas transcurren en el espacio interestelar han rechazado casi mayoritariamente la presencia de aniones. Los últimos descubrimientos demuestran que hay muchas más formas de construir grandes moléculas orgánicas en ambientes cósmicos que las que los científicos creían.

Un grupo de astrónomos, usando datos del radiotelescopio GBT, ha encontrado la molécula negativamente cargada más grande vista en el espacio hasta ahora. El tamaño de esta molécula de carga negativa, o anión, forzará a emprender una revisión drástica de los modelos teóricos de la química interestelar.

Este descubrimiento agrega un peldaño más a la alta diversidad y complejidad que ya posee la química del espacio interestelar. También aumenta el número de vías disponibles para la creación de las complejas moléculas orgánicas y otras grandes especies moleculares que pueden ser los precursores de la vida en las nubes gigantes en las que se forman estrellas y planetas.

Dos equipos de científicos encontraron la molécula negativamente cargada, una cadena de ocho átomos de carbono y uno de hidrógeno, en la envoltura gaseosa de una estrella vieja y evolucionada, y en una fría y oscura nube de gas molecular. En ambos casos, la molécula tenía un electrón extra, dándole una carga negativa. Cerca de 130 moléculas neutras y una docena de moléculas cargadas positivamente han sido descubiertas en el espacio, pero la primera molécula cargada negativamente no fue descubierta hasta finales del año pasado.

El ion negativo más grande descubierto previamente en el espacio tiene seis átomos de carbono y uno de hidrógeno.

Hasta fechas recientes, muchos modelos teóricos de cómo las reacciones químicas transcurren en el espacio interestelar han rechazado casi mayoritariamente la presencia de aniones. Los últimos descubrimientos demuestran que hay muchas más formas de construir grandes moléculas orgánicas en ambientes cósmicos que las que los científicos creían.

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